Las credenciales en texto claro dentro de ficheros de configuración no son recomendables en cuanto a seguridad se refiere. El siguiente truco permite tener las credenciales cifradas mediante gpg en disco y tenerlas descifradas en memoria en el arranque del cliente de correo Mutt.
EL método es muy simple y solo requiere del uso de GPG. Hay otras alternativas a la mostrada a continuación que proveen más funcionalidades y se pueden usar con más aplicaciones.
Renombrar el ejecutable Mutt.
mv /usr/bin/mutt /usr/bin/mutt_orig
Creamos el script /usr/bin/mutt y le dan permisos de ejecución.
#!/bin/sh pwds=`gpg -q --decrypt ~/.mutt/passwords` eval "$pwds" exec mutt_orig "$@"
chmod a+x /usr/bin/mutt
Generamos un fichero con la/s clave/s en ~/.mutt/passwords.txt (Ejemplo utilizando dos cuentas).
export ACCT1_PASS=XXXXX export ACCT2_PASS=XXXXX
Ciframos el fichero y eliminamos el fichero con las credenciales en texto plano.
gpg --output ~/.mutt/passwords --encrypt --recipient USUARIO_GPG ~/.mutt/passwords.txt rm ~/.mutt/passwords.txt
Editar la configuración IMAP de las cuentas configuradas, por ejemplo para la primera cuenta.
set imap_pass = $ACCT1_PASS set smtp_pass = $ACCT1_PASS
Al ejecutar el comando mutt, se solicitará la clave GPG (USUARIO_GPG) para descifrar el fichero passwords y las exporta al cliente de correo. A partir de ese momento se puede utilizar el cliente de correo sin necesidad de meter más contraseñas.